Han tenido que pasar seis largos meses para retomar las ganas de escribir en el blog y hoy,que definitivamente me decido a escribir,nosé como comenzar.
En todo éste tiempo,he vivido situaciones muy distintas,pero todas ellas finalmente creo que me han ayudado a crecer en muchos aspectos.
Comencé la temporada muy animada,con ganas de demostrarme a mí misma que valgo para ésto y marcándome unos objetivos ambiciosos que me dieran esa ilusión que necesita todo atleta para salir día a día a afrontar los entrenamientos.
Mi entrenador y yo nos marcamos una meta muy clara:PARÍS.
La pretemporada fue estupenda,mejor imposible;no porque el reloj marcara una mejoría en los entrenamientos,sino porque la cabeza iba en su sitio,centrada,ambiciosa.
En el mes de diciembre se torcieron las cosas.Una lesión que aunque no me impedía entrenar,era molesta para realizar mis sesiones,fue el inicio de una época en la que pasé de querer comerme el mundo a plantearme el dejar de correr.Fueron unos meses complicados,pues aparte de la lesión tuve bastantes problemas físicos,y todo ello unido me desmotivaron de tal manera que la cabeza finalmente fue mi peor enemiga.
Gracias al apoyo de mi gente,no hace falta dar nombres,pues ellos ya saben quienes son,pude ir saliendo poco a poco del bache en el que me había sumergido y conseguí todas las expectativas que habíamos creado a principios de temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario